TRUCHAS AL HORNO

Hola de nuevo:

El plato que os propongo para hoy es el de unas buenísimas truchas al horno.

Las he comprado por poco más de medio euro y aunque no las encontréis a este precio de ganga, si son de piscifactoría a parte de igual de ricas, en ningún caso serán muy caras.

La receta  a parte de fácil y barata es rápida de hacer y parece que esta máxima se va repitiendo en nuestros platos.

Las truchas deben estar limpias y desescamadas; en la preparación del pescado la limpieza es importante y no debe importar el tiempo que invirtamos en ello.

INGREDIENTES (para 2 personas):

- 2 Truchas medianas.
- 2 patatas grandes.
- 2 tomates.
- Hierbas aromáticas (las dejo a vuestra elección pero le van muy bien el tomillo, el eneldo y la hierbabuena).
- ½ copita de vino blanco.
- Sal y aceite de oliva.

PREPARACION:

Precalentar el horno arriba y abajo 10 minutos antes a 180ºC.

Pelar y cortar las patatas en rodajas finas, de forma que se puedan freír rápidamente.

Poner una sartén con aceite a calentar y cuando lo esté freír a fuego vivo y durante aproximadamente 3 minutos las patatas. Se trata de que se haga una fina costra por ellas y queden crudas por dentro, dado que se tienen que hacer en el horno. Estas patatas hechas de esta forma se llaman “patatas panadera”.

A  parte lavar y cortar en rodajas los tomates.

Colocar en una fuente las patatas panadera al fondo formando una cama y sobre ellas colocar las rodajas de tomate. Espolvorear sobre ellos las hierbas aromáticas  y echar por encima algo de aceite y sal. Es en este momento cuando hay que meter 5 minutos aproximadamente  la fuente así preparada al horno para permitir que los tomates se hagan un poco y las hierbas vayan soltando aroma sobre los mismos.

Pasado ese tiempo sacar la fuente y colocar sobre los tomates las truchas mirando cada una hacia un lado para que quepan mejor y en la fuente quede más vistoso.
Verter sobre ellas el vino blanco, la sal y un buen chorro de aceite de oliva y dejar en el horno 10 ó 15 minutos a una temperatura de 180º C, dependiendo de cómo estén. Durante ese tiempo, hay que abrir el horno de vez en cuando y regar (ayudados de una cuchara) con el vino blanco que queda en el fondo de la fuente, las truchas .Como dato orientativo deciros que tiene que quedar algo de costa dorada en la piel de las truchas, sin que eso signifique que tengan que estar quemadas.

CONSEJO: No dar la vuelta a las truchas, ni a ningún pescado en general que se vaya a hacer al horno, para que se dore por el otro lado. Lo único que conseguiréis es que se rompa y quede un aspecto feo a la hora de  presentarlo en la fuente.
La parte de abajo del pescado queda más jugosa dado que ha estado en contacto con los tomates  y el vino del fondo de la fuente o vajilla utilizada para hornear.

Se puede acompañar de un vino blanco fresco que hará de este platoun manjar.

Espero que os gusten.