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martes, 31 de mayo de 2011

MORCILLA CON PURÉ DE MANZANA



Hola de nuevo:
La receta que propongo hoy es un  picoteo para cena o comida en ese sentido, pero otra forma distinta de comerlo y que permitirá digerirla mejor, dado que la  morcilla tiende a hacerse algo indigesta.
La receta, una vez más, no requiere saber mucho de cocina  y además la salsa es muy versátil por lo que la vamos a utilizar en otras recetas bastante más elaboradas y menús de fiesta.
¡Ojo! La salsa de manzana no es una mermelada, aunque lo parezca, por lo que no puede llevar ni un grano de azúcar, se trata de notar el sabor ácido de la misma y de que facilite la digestión de la morcilla.
El tiempo utilizado en elaborarla llega a poco más de 20  minutos.

INGREDIENTES:

- 1 Morcilla de freír
- 2 ó 3 Manzanas Reinetas.
- Aceite.

PREPARACION:

Para la salsa de manzana:

Pelar y cortar en dados las manzanas. Poner en un cazo ½ vasito de agua a calentar y echar en él  los trozos de manzana y dejar hacerse a fuego medio durante 10 minutos aproximadamente, dando vueltas de vez en cuando con un tenedor, para que todos los trozos se deshagan, ya que tiene que quedar con la misma textura que si fuese un puré de patatas de los que se compran ya precocinados (pero con la diferencia de que es mucho más rico y natural).
Hay que vigilar el fuego y remover muy frecuentemente,  porque al tener que esperar a que la manzana suelte su jugo y se deshaga, corremos el riesgo de que se nos pegue y se queme.
Cuando  haya quedado todo espeso como un pré y con un bonito color dorado y SIN grumos, la salsa estará hecha.

Para la morcilla:

Poner a calentar una sartén cubierta el fondo ligeramente de aceite, no hay que poner mucho para que la morcilla no absorba demasiado  y quede grasienta. Cortar en rodajas de 2 centímetros la morcilla.
Cuando el aceite esté caliente (no quemándose, es decir no tiene que salir humo gris) se añaden las rodajas de morcilla, friéndolas por las dos caras a fuego medio. Sé sacarán de la sartén cuando estén doradas  y se colocan en un papel absorbente de cocina para que recoja todo el aceite que haya quedado en la morcilla.
El plato  se presenta con el puré de manzana puesto en una salsera pequeña para que cada cual se sirva a su gusto, aunque lo ideal es probar un bocado de morcilla y al tiempo un poco de salsa de manzana. Veréis que rico es el contraste de los dos sabores.
Acompañarlo con un buen vino tinto y a triunfar.

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