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domingo, 19 de febrero de 2012

PASTEL DE HOJALDRE CON MORCILLA





Hola de nuevo después de tanto tiempo sin escribir, pero es que las labores invernales del campo me tienen muy ocupada. Preparación de la tierra para la siembra de primavera, poda de árboles en Enero, plantado de algunos bulbos de flores para el jardín, siega de hierba los días de buen tiempo…en fin, todo lo que hace que yo siga teniendo materias primas con las que poder seguir aportando recetas naturales.
La receta  que os doy hoy es sencillísima de hacer debido a que el hojaldre se compra hecho y la receta es rapidísima pero deliciosa, con una mezcla de sabores dulce y salado que os encantará. Mi consejo es que la probéis con un buen vino tinto que potenciará aun más su sabor.

INGREDIENTES:

- 1 Morcilla de arroz de freír (si es de burgos mucho mejor).
- 1  ó 2 manzanas(a mayor cantidad mayor dulzura).
-  1 lamina de hojaldre precocinado( se venden congeladas )
- 1 yema de huevo.
- 1 chorrito de nata liquida para cocinar.
- Cebolla al gusto.

PREPARACION:

Poner una sartén al fuego con  un buen chorro de aceite.
 A parte picar la cebolla muy fina y sacar el contenido de la morcilla de la tripa en la que viene metida.
Cuando el aceite esté caliente añadir la cebolla picada y un poco de sal. Dejar que se dore y a continuación añadir la morcilla desmigada a la sartén, dejando que se fría junto a la cebolla para que se mezclen los sabores. Remover muy bien para que se haga por todos los sitios. Cuando esté hecho sacarlo de la sartén y reservar.
En el mismo aceite en el qué se ha frito lo anterior, freír las manzanas peladas y partidas en gajos como si fueran patatas. Una vez se hayan hecho, hay que añadir a la sartén la morcilla reservada y mezclarlo todo muy bien, añadiendo ahora el chorretón de nata liquida.
Estirar la masa de Hojaldre y colocarla en una fuente. En la mitad de la lámina colocaremos el contenido de la sartén y con la otra mitad sellaremos la lámina, como si estuviésemos cerrando un libro.
Precalentar el horno 10 minutos a 150ºC.
Pintar por encima (con un pincel para cocina) con la yema de huevo y hornear  a temperatura de 150º hasta que esté dorada.


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